En América Latina y el Caribe, las perspectivas para aumentar la participación de los inversionistas del sector privado en la transición con bajas emisiones de carbono son brillantes según el BID
El mes pasado, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) dijo que la acción sobre el cambio climático puede generar un crecimiento económico inclusivo, tanto a corto como a largo plazo. Estas políticas pueden aumentar el producto interno bruno (PIB) en un promedio de hasta 2,8%, en los países del G20 en 2050. La cuestión es, ¿cómo podemos capitalizar estas oportunidades y a la vez reducir el riesgo climático? Creemos que la respuesta es unir las fuerzas de los gobiernos, bancos multilaterales de desarrollo e inversionistas, para aumentar las inversiones en infraestructura sostenible.
La OCDE estima que entre 2016 y 2030 se necesitarán anualmente US$6,3 billones de inversión en infraestructura para satisfacer las necesidades mundiales de desarrollo. Unos US$600.000 millones adicionales harán que estas inversiones sean compatibles con el clima, un aumento relativamente pequeño considerando las ganancias en crecimiento, productividad y bienestar. La ventana para hacer las inversiones adecuadas se está cerrando rápidamente, debido al riesgo de bloqueo de capital y tecnología, y al decreciente presupuesto de carbono.
En América Latina y el Caribe, las perspectivas para aumentar la participación de los inversionistas del sector privado en la transición con bajas emisiones de carbono son brillantes. En 2016, 27 compañías, incluyendo Bancolombia, Philips y Unilever, que operan en los países de la Alianza del Pacífico de Chile, Colombia, México y Perú, expresaron su compromiso de alentar mayores asociaciones público-privadas, para estimular el interés en la construcción de infraestructura limpia y resistente.
La transición baja en carbono está ocurriendo más rápido de lo esperado, proporcionando un incentivo adicional para los inversionistas. Un informe del Instituto Grantham de la Imperial College de Londres y Carbon Tracker sostiene que la energía solar fotovoltaica —con los costos asociados de almacenamiento de energía incluidos— podría abastecer el 23% de la generación mundial de energía en 2040, eliminando completamente el carbón y dejando el gas natural con sólo un 1% de cuota de mercado.
Impulsar el mercado de infraestructuras sostenibles
El informe “Crossing the Bridge to Sustainable Infrastructure Investing: Exploring Ways to Make it Across”, desarrollado por el Banco Interamericano de Desarrollo y Mercer, examina el surgimiento de un número creciente de iniciativas por parte de la industria, de los think tanks y de los bancos de desarrollo que están enfocadas en infraestructura sostenible.
La mala noticia es que los esfuerzos actuales no están cambiando significativamente el comportamiento de los principales inversionistas en infraestructura. El informe señaló que una oportunidad clave es “influir” en la mentalidad del inversor, para animar a más de ellos a centrarse en la sostenibilidad dentro de la clase de activos de infraestructura.
Por su parte, los bancos multilaterales de desarrollo también pueden ayudar a abordar las barreras de inversión de riesgo-retorno. Pueden hacer más para crear una cartera transparente de proyectos de infraestructura alineados con estrategias de desarrollo de bajas emisiones, que también pueden servir para ganar la confianza de los inversionistas. A través de su plataforma NDC Invest, el BID está trabajando con los países de América Latina y el Caribe, para acelerar el desarrollo de proyectos en infraestructura sostenible.
Una llamada a la acción
Se necesita un conjunto de acciones complementarias para avanzar agresivamente más allá del status quo:
1. Convocar a los convocantes: Las iniciativas existentes de la industria de inversión en infraestructura deberían armonizar y estandarizar sus enfoques para apoyar un enfoque acelerado y consistente de la inversión en infraestructura sostenible.
Un marco y principios armonizados deberían centrarse en los elementos básicos comunes de la sostenibilidad. Esto puede proporcionar una alternativa más atractiva a la estructura de “infraestructura tradicional” y permitir la comparabilidad para los inversores.
Aquellas iniciativas que no incluyan una consideración de infraestructura sostenible deben revisar su misión y sus objetivos. Las iniciativas centradas en la infraestructura sostenible deben adoptar y reforzar el marco armonizado en sus materiales y el apoyo que ofrecen a la industria.
2. Alineación interna para el éxito: Todos los actores deben alinear explícitamente sus estrategias organizacionales con los compromisos internacionales y estructurar los incentivos para cumplir con ellos.
Los inversionistas deben adoptar prácticas de divulgación y transparencia tales como las recomendaciones establecidas por el Grupo de Trabajo sobre Divulgaciones Financieras Relacionadas con el Clima e incorporar consideraciones de infraestructura sostenible en los procesos de inversión y presentación de informes.
3. Colaboración externa para el éxito: Las partes interesadas, privadas y públicas, deben colaborar para optimizar los vínculos en el ciclo de financiamiento de la infraestructura, incluyendo una planificación de proyectos y estrategias de inversión más coordinadas que consideren la alineación con los compromisos de los países bajo el Acuerdo de París.
Esperamos que estas recomendaciones los inspiren a tomar las medidas necesarias para dar el impulso necesario a las inversiones sostenibles en infraestructura, para que puedan apoyar el crecimiento, el cumplimiento del Acuerdo de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
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