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Patrimonio Monumental: Un atraso hecho dirección

Actualizado: 13 dic 2020

Producto del acontecimiento ocurrido en Gazcue la semana pasada y el disparate que alega la Dirección Nacional de Patrimonio Monumental (DNPM) y el Ayuntamiento del Distrito Nacional (ADN), hoy hablamos sobre la experiencia que he vivido con ellos, los procesos absurdos que han diseñado y algunas soluciones para que se organicen.

Comienzo con mi historia…

Para antes del COVID-19 y su espectacular entrada a la realidad de los seres humanos, estuve planificando un proyecto con mi hermano. Tuvimos que parar todo por el virus, pero seguimos buscando información sobre todo lo que necesitábamos para operar legalmente, desde el registro del nombre, hasta el registro en la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) y los procesos a agotar para la edificación que eligiéramos como nuestro espacio.


Les aseguro que los 2 primeros pasos no fueron sencillos, pues se vieron envueltos en procesos absurdos e innecesarios. 2 meses y la duplicación de toda la información como en 10 formularios de la misma institución después y aún no aparecemos en el sistema de muchas locaciones comerciales, pero ese no es el tema de esta clase.


El real lío se armó con el local elegido. Decidimos colocarlo lamentablemente en Ciudad Colonial, una demarcación que ha tenido toda la atención de quienes se sientan en la silla del cabildo. Esta funciona con una entidad que regula todo lo que pasa en su interior, por ser considerada patrimonio de la humanidad de la UNESCO en 1990. Esta entidad es la Dirección Nacional de Patrimonio Monumental (DNPM), una dependencia del Ministerio de Cultura.


En teoría, son el ayuntamiento de Ciudad Colonial, pues todo lo que se debe hacer en ese espacio o cualquier otro de carácter histórico a nivel nacional, debe pasar por ellos. El problema es que el ciudadano, todo lo que hace a través de la DNPM, también debe hacerlo por la Alcaldía del Distrito Nacional (ADN).


Duplicidad de procesos para 2 instituciones del estado que, en pleno siglo XXI, no tienen comunicación entre sí.

Para mi negocio queríamos hacer un cambio en el color de la fachada. La dueña de la edificación nos informó que si queríamos hacer ese cambio, debíamos dirigirnos a DNPM. Un (1) mes antes de abrir el negocio nos dirigimos a las oficinas de la DNPM, ubicadas en Ciudad Colonial. Cuando explicamos todo en recepción, nos entregaron un folleto con los colores aceptados SIN NECESIDAD DE PERMISO.


Compramos la pintura y procedimos. Durante 2 semanas estuvimos trabajando la fachada y nadie apareció. Cuando terminamos, 2 jóvenes de la DNPM se acercan a nosotros y nos explican que no podemos continuar SIN UN PERMISO. Esto nos tomó por sorpresa, pues desde sus oficinas habíamos recibido otra información. No fue al malecón que fuimos y le preguntamos a un indigente, o a la catedral y le preguntamos al padre. Fue en sus oficinas que obtuvimos esa información.


Nos explican que debemos hacer una solicitud y nos envían un correo con ciertos documentos que debemos adjuntar. Procedimos a solicitar los documentos que incluían un plano catastral, que no podíamos sacar al instante porque necesitábamos el número de la parcela, lo que se toma 3-5 días en la Dirección General de Catastro Nacional.


En espera de ese documento y la notarización de un poder que nos tiene que dar la dueña para representarla ante la DNPM, recibimos una notificación escrita de que tenemos 1 día para entregar los documentos o sino nos ponen en legal. Ante todo esto estamos en medio de un proceso absurdo por la falta de información entre ellos mismos, pero quienes lo sufrimos somos nosotros.


Les explicamos que estamos en el proceso de la documentación. Nos citaron para el día siguiente. En un acto desesperado pudimos conseguir un plano catastral viejo y hacer las gestiones de lugar para tener todos los documentos. Cuando vamos a las oficinas y preguntamos por la persona que nos llevó la citación, nos dicen que ya se fue. 3:30 pm, cuando la DNPM cierra a las 4:00 pm según la información en su página web. Antes de irnos, vemos que la persona va bajando.


¿Cuál es la necesidad de mentirnos tan descaradamente, cuando intentamos resolver una situación en la que ellos tienen gran culpa?

Abordamos a la persona, que no nos dejó explicar bien porque a las 3:45 pm la estaban esperando para irse, pero nos informó que podíamos enviar todo por correo. Enviamos y somos citados nueva vez. En la reunión nos dicen que tenemos que pintar el edificio completamente de blanco, que fue el color que seleccionamos, o volver al color original.


3 errores:

1 – Nos debieron informar eso desde un principio para saber cómo actuar.


2 – No pueden pretender que en un espacio donde se está permitiendo usos de suelo mixto, sacrificar a una de las partes. Yo como propietario del negocio no puedo asumir los costos de pintura de toda la edificación por varias razones, entre ellas que a la dueña no le de la gana de cambiar el color de su parte, con todo su derecho, o porque haya otro negocio con otros colores representativos.


3 – El color original ni siquiera estaba en la paleta de colores que ellos nos ofrecieron. Su respuesta: Ah, es que eso no está actualizado.


REPITO: No fue al malecón que fuimos y le preguntamos a un indigente, o a la catedral y le preguntamos al padre. Fue en sus oficinas que obtuvimos esa información.

Al final, hemos quedado a la espera de que ellos establezcan una fecha límite para hacer el cambio, pues no podemos darnos el lujo de invertir nueva vez, en medio de una pandemia, por errores de principiantes. Por el momento el negocio, en una esquina de mucho flujo peatonal local y turístico, está sin una fachada terminada.


Ahora el letrero.

Fuimos a ADN. Después de visitar 3 departamentos, donde nadie sabía lo que debía hacer para solicitar la colocación del letrero, encontré la luz, pero a medias, pues antes de solicitar la colocación del letrero, se debe solicitar una certificación de No Deuda. No lo veo mal, pero es otro error, pues los procesos del nuevo inquilino de una edificación no pueden depender de si los dueños deben o no. Y más cuando se permite el uso de suelo mixto.


De todos modos hice el proceso como indicaron. Adivinen. La DNPM nos informó que ese proceso debía ser aprobado por ellos y luego por ADN. Cosa que no fue informada en ADN, aún con los detalles de lugar que fueron ofrecidos al realizar la visita. Para no hacer la historia más larga, después de 4 días, que es cuando escribo este post, no he recibido respuesta alguna.


Y después quieren que el ciudadano haga lo legal. ¿Cómo lo va a hacer si le ponen todas las trabas del mundo y ni las entidades saben cómo proceder?

En el tiempo que llevamos ahí se nos han acercado muchos vecinos con problemas parecidos. Algunos han optado por hacer modificaciones fuera de horario para que “Patrimonio no venga a joder”, y después de lo que he vivido los entiendo, aunque no sería mi manera de proceder.


En el episodio sobre patrimonio cultural dominicano, nuestros invitados hablaron sobre el tema y de las razones por las que tenemos edificios abandonados en zonas históricas.




La DNPM no ha sabido gestionar las edificaciones históricas y lo vimos en el video publicado.

La experiencia nos ha dicho que debemos simplificar los pasos para la gestión de permisos.


Si el ciudadano tiene que depositar la misma información en 2 instituciones distintas, entonces no existe interinstitucionalidad entre ellas.

El cambio debe llegar a esas direcciones también y sacar a esa gente que no sabe de planificación, de gestión, de servicio al cliente y que están ahí afectando el desarrollo de una zona vital, no solo para el Distrito Nacional, sino para todo el país en materia turística.


Que ADN, la DNPM y el Ministerio de Turismo se den una vuelta por Ciudad Colonial para que vean la cantidad de edificios que ningún extranjero utilizará para tirarse fotos por más valor histórico que tenga. Que hagan una encuesta a los residentes y propietarios de negocios para que vean el descontento que hay con su gestión. Que pregunten a los ingenieros y arquitectos que han perdido millones y tienen proyectos parados por tecnicismos innecesarios y que afectan la dinámica y el crecimiento de la zona.


Los proyectos se miden con resultados y por ahora no se ha visto, pues cada día más cierran negocios o se deteriora una casa colonial, y no necesariamente es por la pandemia.


Que por cierto DNPM y ADN, el hotel Iberostar que se construirá en la C/ Las Mercedes, al que el presidente de la nación asistió para el primer picazo y para el cual se tuvo que destrozar una casa colonial, ¿está exento de lo establecido por ustedes?


BYE...


SORPRÉNDEME LUISITO!
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